Cuatro mercados con encanto y un supermercado muy especial que debes visitar durante tu estancia en Milán, si quieres descubrir la materia prima que utilizan los milaneses en la cocina.
Me encanta pasearme por los mercados de las ciudades que visito. Aquí encuentro mucha información sobre la gastronomía que xiste en cada zona y sobre qué materia prima y productos son los que se valoran y se utilizan más. Aquí te muestro los mercados más centricos de Milán que quizás puedas visitar, si te pillan a mano cuando pases unos días en esta ciudad. Sin duda, mi mercado favorito de todos los que visité. Está en el barrio de Brera, que sería el barrio en el que me encantaría vivir si me mudase a Milán. Los puestecitos incluyen una gran variedad de verduras, frutas, quesos y pescado fresco. Además, también venden utensilios de cocina y algunos productos que nada tienen que ver con lo gastronómico, como ropa o zapatos.
«De este Mercado me quedo con la gran variedad de fruta y verdura fresca y el encanto del barrio en el que está situado.»
Si quieres visitarlo, tienes que reservarte el lunes o el jueves de 7:30 a 14:00 pero como siempre te digo, consulta los horarios en Google maps por si, desde que he escrito este post, ha habido alguna actualización.
Aquí descubrí verduras típicas de esta zona de Italia que no había visto nunca antes. Como es el radicchio o trevisana que es un tipo de achicoria alargada con un tronco blanco y hojas moradas que muestro en la anterior foto. Los italianos la preparan de distintas formas y suelen añadirlo a ensaladas, risottos, pastas o pizzas.
Mercato Comunale di Wagner
Este mercado es permanente, está en un recinto cerrado del barrio Wagner / De Angeli, al oeste del centro de Milán y es el más completo de todos. Abren todos los días, excepto los sábados por la tarde y los domingos. Aquí puedes encontrar una gran variedad de quesos, pastas frescas (que no encontré en ninguno de los demás mercados), pescados, carnes, embutidos, dulces italianos y comida casera para llevar.
«Este es, sin duda, el mercado con mayor variedad de productos de todos los que visité.»
Es un pequeño mercado en el que participan productores locales vendiendo productos como mieles, quesos, embutidos, panes y dulces. También hay un puestecito que ofrece comida casera para sentarte allí y hacer una paradita para llenar la panza. Está al norte del centro de Milán pero se puede llegar en 30 minutos andando desde el Duomo. Si te apetece pasarte por allí, puedes hacerlo el sábado de 9:00 a 14:00.
Mercato agricolo Il Buono in Tavola
En este mercado participan agricultores de la localidad promoviendo el consumo de productos de proximidad o de km cero. La localización en la que se encuentra es de lo más agradable, en medio de una plaza muy tranquila con coloridos edificios en su entorno e incluso una basílica que hace de este mercado un rinconcito con mucho encanto.
«En este mercado claramente defienden un consumo de productos de cercanía para reforzar la economía local y el consumo responsable y sostenible.»
Aquí encontrarás productos como huevos, frutas, verduras, panes, azafrán, aceites, mieles y vinos. Directo de la granja al mercado.
Eataly
Este apartado del post tiene trampa. He decidio incluir Eataly como mercado pero en realidad es un supermercado. Lo descubrí por casualidad porque no lo incluí en mi lista inicialmente.
Es totalmente opuesto al concepto del mercado anterior que menciono pero te lo tenía que recomendar porque es, cuanto menos, curioso. Esta es una franquicia que existe en más ciudades italianas pero el de Milán en concreto tiene tres plantas llenitas de baldas y más baldas de deliciosas conservas, muchísimos tipos de pastas, arroces, panes, quesos, carnes, pescados y embutidos. Todo de muy buena calidad y con un empaque gourmet.
«Eataly es como un Disneylandia de productos gourmet típicos italianos.»
Una de las cosas que más me gusto fue el rincón en el que podia pedir porchetta de cerdo para que te la corten y sirvan en el momento. En caso de que no conozcas este producto, te explico que la porchetta es un producto típico italiano que suele servirse frío y que consiste en carne de cerdo deshuesada y asada al horno de leña después de ser aromatizada con muchas hierbas distintas. ¡Una delicia!
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